Se cumplen cuarenta años del trágico accidente que le costo la vida al piloto austriaco Jochen Rindt, el único campeón postumo hasta la fecha, tenía sólo 28 años cuando falleció el 5 de septiembre de 1970 en su Lotus-Ford 49, durante los entrenamientos del Gran Premio de Italia, en Monza, a falta de tres carreras para finalizar la temporada.
Había conseguido su primera gran victoria en el GP de Estados Unidos a finales de 1966, pero para 1970 conducía un potente Lotus, los cuales tenían la fama de ser rapidos pero frágiles, además su relación con Colin Chapman no pasaba por un buen momento, ironicamente Chapman le había contratado para sustituir a otro grande "Jim Clark" que también resulto matandose en 1968, a punto están de separarse cuando Rindt gana su 2do. Gran Premio el primero de cinco Grandes Premios en seis carreras.
Todo parecía perfecto estaba encaminado a lograr su meta de convertirse en campeón del mundo, y probablemente sería su última temporada ya que le había prometido a su esposa Nina que abandonaría el Gran Circo sin saber el fatidico descenlace que se le venía.
Una de las causas de las disputas entre Chapman y Rindt fue acerca del carro a utilizar, al final se impuso el criterio del piloto logrando entre sus cinco victorias una magistral en Mónaco, pero dos carreras después entro en escena el que para muchos es le mejor carro de Fórmula 1, el Lotus 72C, los resultados fueron buenos y Rindht gano otras cuatro carreras más de manera consecutiva en Holanda, Francia, Gran Bretaña y Alemania. Tras los malos resultados cosechados en Austria en la siguiente carrera, Rindt quería volver al Lotus 49C, pero ante el ultimátum de Chapman finalmente continuó con el 72C para el GP de Italia.
Ya a esas alturas la relación entre Chapman y Rindt era de lo peor y no se hablabán simplemente se comunicaban a tráves de Ecclestone quién era su Manager por aquel entonces, en visperas de su muerte Jochen le pide a Bernie que le comunique a Colin lo siguiente: "El Lotus 72 es peligroso, quiero que Chapman le refuerce las piezas" a lo que Colin a su vez responde "ustedes no son ingenieros no tiene porque darme consejos".
En la jornada de prácticas del GP, Rindt sufre un duro accidente cuando se acercaba a la Parabólica. El austriaco murió al instante. Era el segundo piloto que fallecía en Lotus cuando ocupaba el lugar de líder de equipo tras el fallecimiento de Jim Clark en 1968, al final de cuentas el austriaco tenía la razón acerca de los cambios que nunca se dieron.
Los resultados en Monza daban la posibilidad a seis pilotos de alzarse con la victoria final en el campeonato, pero el triunfo de Jackie Ikcx en Canadá hacía que sólo el belga pudiera quitarle el título al Rindt. Ickx tenía que ganar las dos carreras restantes, pero sólo lo consiguió en una de ellas, por lo que el título sería por primera vez para un piloto ya fallecido.
De haber sobrevivido probablemente Rindt dirigiria a la Fórmula 1 junto a Bernie Ecclestone, quién era su manager pero también su amigo, además coincidían en la manera de hacer cosas, tenían la misma visión del negocio y sabían que en el futuro la Fórmula 1 se convertiría en el evento más grande del orde.
Había conseguido su primera gran victoria en el GP de Estados Unidos a finales de 1966, pero para 1970 conducía un potente Lotus, los cuales tenían la fama de ser rapidos pero frágiles, además su relación con Colin Chapman no pasaba por un buen momento, ironicamente Chapman le había contratado para sustituir a otro grande "Jim Clark" que también resulto matandose en 1968, a punto están de separarse cuando Rindt gana su 2do. Gran Premio el primero de cinco Grandes Premios en seis carreras.
Todo parecía perfecto estaba encaminado a lograr su meta de convertirse en campeón del mundo, y probablemente sería su última temporada ya que le había prometido a su esposa Nina que abandonaría el Gran Circo sin saber el fatidico descenlace que se le venía.
Una de las causas de las disputas entre Chapman y Rindt fue acerca del carro a utilizar, al final se impuso el criterio del piloto logrando entre sus cinco victorias una magistral en Mónaco, pero dos carreras después entro en escena el que para muchos es le mejor carro de Fórmula 1, el Lotus 72C, los resultados fueron buenos y Rindht gano otras cuatro carreras más de manera consecutiva en Holanda, Francia, Gran Bretaña y Alemania. Tras los malos resultados cosechados en Austria en la siguiente carrera, Rindt quería volver al Lotus 49C, pero ante el ultimátum de Chapman finalmente continuó con el 72C para el GP de Italia.
Ya a esas alturas la relación entre Chapman y Rindt era de lo peor y no se hablabán simplemente se comunicaban a tráves de Ecclestone quién era su Manager por aquel entonces, en visperas de su muerte Jochen le pide a Bernie que le comunique a Colin lo siguiente: "El Lotus 72 es peligroso, quiero que Chapman le refuerce las piezas" a lo que Colin a su vez responde "ustedes no son ingenieros no tiene porque darme consejos".
En la jornada de prácticas del GP, Rindt sufre un duro accidente cuando se acercaba a la Parabólica. El austriaco murió al instante. Era el segundo piloto que fallecía en Lotus cuando ocupaba el lugar de líder de equipo tras el fallecimiento de Jim Clark en 1968, al final de cuentas el austriaco tenía la razón acerca de los cambios que nunca se dieron.
Los resultados en Monza daban la posibilidad a seis pilotos de alzarse con la victoria final en el campeonato, pero el triunfo de Jackie Ikcx en Canadá hacía que sólo el belga pudiera quitarle el título al Rindt. Ickx tenía que ganar las dos carreras restantes, pero sólo lo consiguió en una de ellas, por lo que el título sería por primera vez para un piloto ya fallecido.
De haber sobrevivido probablemente Rindt dirigiria a la Fórmula 1 junto a Bernie Ecclestone, quién era su manager pero también su amigo, además coincidían en la manera de hacer cosas, tenían la misma visión del negocio y sabían que en el futuro la Fórmula 1 se convertiría en el evento más grande del orde.
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