La sonrisa ha regresado al paddock de McLaren quienes por fin vuelve a celebrar una solida carrera, esta vez ha sido de la mano de Fernando Alonso, carismático piloto que tenía toda la atención encima, primero para ver que podían hacer con estos nuevos motores Renault, y segundo por que se trata de un doble campeón del mundo que ha venido de más a menos.
Alonso no tuvo una grata calificación, pero gracias al inesperado error de los Haas F1, situación que a la postre terminó modificando la carrera, el asturiano pudo meterse de lleno en la lucha y mantuvo un apretado enfrentamiento con Verstappen durante las 30 vueltas restantes tras el virtual safety car, dando un grato espectáculo y confianza para McLaren que busca volver a los primeros planos.
El asturiano ha logrado su mejor posición en carrera, cosa que no hacía desde el Grand Prix de los Estados Unidos en el 2016.
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