Alan Henry, uno de los más respetados y prolíficos periodistas y escritores del mundo de las carreras ha muerto a los 68 años después de haber lidiado con una larga enfermedad; Conocido con el simple mote AH, era uno de los periodistas más completos que tenía la fórmula 1, llegando asistir a más de 650 Grand Prix y volviéndose una figura común en una constelación de campeones.
Nacido en Westcliff-on-Sea, Essex, Henry asistió a su primer Grand Prix en 1964 en Brands Hatch, fue como amor a primera vista, ya que a partir de aquí no dejaría esa fabulosa afición, dejó la escuela en busca de sueño, no sin antes recibir la reprimenda de su maestro quién le decía que de las carreras no tendría futuro alguno, claro que después regreso a trabajar al bufete de su padre en un departamento para asuntos extranjeros del Barclays Bank en la ciudad de Londres, pasando cuatro aburridos y molestos años.
En 1968, realizó su primer reporte freelance para el semanario Autosport, en donde llegó a tener apariciones regulares hasta 1971, cuando gracias a una invitación se unió al personal de Motoring News rival de la otra revista, dos años después se consagró como un periodista top y a menudo acompañada a su héroe, Denis Jenkinson de Motor Sport, incluso llegó a tener la oportunidad de probar monoplazas de escuderías como Shadow, Benetton, Arrows y Renault, algo raro para un periodista sin duda, y así fue hasta 1988 cuando se convirtió en freelance uniéndose a The Guardian en una columna privilegiada, además de otras revistas como F1 Racing, Autocar y en donde conocí de su trabajo, Autocourse, ya que la editaba cada año, fue galardonando con una membresía en el British Racing Drivers' Club, un honor raro para un periodista, y llegó a formar parte de la junta directiva del 2004-2006 ayudando a proteger y asegurar el Grand Prix de Gran Bretaña que por aquel entonces pendía de un hilo.
Henry siempre fue considerado un caballero y rara vez tenía problemas con los pilotos, aunque es bien recordado un incidente con Ayrton Senna dentro del paddock en 1987, en donde el brasileño se molesto con el por un artículo en donde Henry predijó su movida de Lotus a McLaren la siguiente temporada, lo conocía desde su epoca en la Formula Ford, siendo uno de los últimos en morir en la pista de los que mejor había conocido, en ese malogrado grupo estaban también Ronnie Peterson, y el galés Tom Pryce.
Muy conocidas eran sus obras literarias a parte de Autocourse; Henry escribió y editó varios libros, entre los cuales destacamos: Ferrari: The Grand Prix Cars y uno acerca de su favorito,
Stirling Moss: All My Races, biografías de varios pilotos como Niki Lauda, Jenson Button, historias de Williams y McLaren, The Powerbrokers acerca de como Ecclestone tomó el control de la Fórmula 1.
Ya en los últimos años viajó por el mundo en compañía de Nigel Roebuck de Autosport, y por supuesto Maurice Hamilton de The Observer y quién le dedicara unas líneas en ESPN F1, también estaban Jabby Crombac de Francia, que era el cuarto miembro hasta su muerte en el 2005, así eran los cuates estos conocidos como los Fleet Street Colleagues, y es que Henry tenía eso, era ameno y agradable y nunca se dejó seducir por el lado de las celebridades del deporte, le gustaba tener contacto con gente real detrás de la acción, diseñadores, ingenieros y mecánicos, con su muerte la Fórmula 1 pierde uno de sus periodistas más completos que la categoría haya tenido.
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