Se cumplen 25 años de los trágicos acontecimientos que se dieron durante aquel fin de semana para el olvido en Imola, y que costó la vida de dos pilotos con muy contrastantes carreras, uno de ellos era el legendario Ayrton Senna, tres veces campeón del mundo y uno de los más grandes pilotos que la Fórmula 1 haya dado al mundo, y el otro menos conocido y por mucho tiempo el gran olvidado de Imola, Roland Ratzenberger.
Nacido un 4 de Julio de 1960 en Salzburgo, Austria, y quién venía participando en carreras entre 1983 y 1985 logrando cierto éxito, tuvo buenas actuaciones en la Fórmula 3 pero no logró llamar la atención de algún equipo en la Fórmula 1, tuvo 5 participaciones en las 24 Horas de Le Mans y logró un 5to., lugar como mejor puesto y se apunto algunas victorias en la Fórmula 3000 Japonesa donde consiguió el dinero que le daría la posibilidad de llegar a la Fórmula 1. Tenía 33 años cuando llegó a la Fórmula 1 de la mano del equipo Británico Simtek que precisamente debutaba también en la categoría reina en 1994, aunque originalmente Simtek apostó por Andrea de Cesaris y Jean-Marc Gounon como pilotos estelares, la contratación de estos cayó y entonces Ratzenberger fue llamado al equipo, pero este tuvo que financiarse su asiento con sus ahorros alcanzándole para cinco carreras. Su primera oportunidad vino con el Grand Prix de Brasil en donde no pudo clasificarse para la carrera, luego en el Grand Prix del Pacífico acabó en 11avo., lo que le dio confianza para la siguiente carrera, la fatídica prueba en San Marino.
Nacido un 4 de Julio de 1960 en Salzburgo, Austria, y quién venía participando en carreras entre 1983 y 1985 logrando cierto éxito, tuvo buenas actuaciones en la Fórmula 3 pero no logró llamar la atención de algún equipo en la Fórmula 1, tuvo 5 participaciones en las 24 Horas de Le Mans y logró un 5to., lugar como mejor puesto y se apunto algunas victorias en la Fórmula 3000 Japonesa donde consiguió el dinero que le daría la posibilidad de llegar a la Fórmula 1. Tenía 33 años cuando llegó a la Fórmula 1 de la mano del equipo Británico Simtek que precisamente debutaba también en la categoría reina en 1994, aunque originalmente Simtek apostó por Andrea de Cesaris y Jean-Marc Gounon como pilotos estelares, la contratación de estos cayó y entonces Ratzenberger fue llamado al equipo, pero este tuvo que financiarse su asiento con sus ahorros alcanzándole para cinco carreras. Su primera oportunidad vino con el Grand Prix de Brasil en donde no pudo clasificarse para la carrera, luego en el Grand Prix del Pacífico acabó en 11avo., lo que le dio confianza para la siguiente carrera, la fatídica prueba en San Marino.
Era la 3era., de 16 carreras que tuvo la temporada de 1994, la sede en el pintoresco circuito de Imola, San Marino, en donde la alegría y continuidad en la Fórmula 1 cambiaría para siempre, primero fue el accidente del viernes por la tarde durante la calificación, que vio como un joven Rubens Barrichello era lanzado por los aires en la Variante Bassa cuando su monoplaza golpeaba la banqueta a unos 140kph, el accidente fue horrible y Barrichello se salvó milagrosamente con tan solo una nariz rota, pero lo peor estaba por venir.
Ratzenberger caía bien, era guapo y tenía esa voluntad de seguir adelante, a pesar que el dinero escaseaba, siempre se las arreglaba para ir a donde el dinero estuviera y así poder seguir corriendo, llegar a la Fórmula 1 era su trabajo soñado, y llevaba buenas posibilidades de poder calificarse a su 2da., carrera con esta nueva escudería pero sin muchos recursos financieros llamada Simtek, La 2da.,
calificación estaba en curso y 20 minutos habían pasado cuando el Simtek
S941 de Ratzenberger se salía de la pista rompiendo el alerón
delantero, lo que le impidió que en la siguiente curva no pudiese girar y
se fue recto contra el muro impactando las protecciones a unos 320kph. La primera vuelta que hizo tuvo una pequeña salida de pista y en vez de irse a pits para chequear los daños, quiso intentarlo de nuevo y juzgar por si mismo si había algún problema, que de hecho si hubo y fue precisamente ese alerón el cual creía estaba bien, así que se lanzó a la vuelta rápida, y eso sería clave en su fatal accidente, a medida que llegaba a la parte más rápida de la pista, su alerón falló bajo la pesada carga y entonces el S941 se fue directo al muro de concreto, dándose un fuerte golpe causándole una fractura en la base del cráneo, en las tomas se mira como su cabeza rueda de un lado al otro, mientras el monoplaza tras el golpe es llevado de nuevo a la banqueta en donde se queda destrozado.
Así terminaban 11 años de duro trabajo en donde el Austriaco se había hecho un nombre en cada categoría donde participó, lográndose crear una reputación de piloto valiente y muy querido entre sus colegas, quedando esa sensación en donde no pudo cosechar más de lo que hubiera querido pero que terminó muriendo haciendo lo que más quería.
Al día siguiente de la carrera se darían un par de incidentes más, su posición quedó vacía para rendirle tributo durante la carrera y Senna quién había logrado la pole, quería rendirle homenaje al Austriaco ganando la carrera y mostrando en su honor la bandera Austriaca al final de la carrera pero jamas tendría la oportunidad de hacerlo por las causas ya conocidas. De esta manera se rompían 12 años en que la categoría no había experimentando una muerta en competencia. Desgraciadamente su muerte pasó al olvido al día siguiente cuando se mató Senna, piloto del cual haremos un post mañana cuando también se cumplan 25 años del incidente, pero volviendo al caso de Roland, su muerte quedó olvidada durante mucho tiempo y lo cual por desgracia era obvio, ya que Senna era todo un monstruo mientras que Ratzenberger apenas si tuvo acción en la categoría.
Pero curiosamente y a pesar que muchos medios sigan diciendo que sigue siendo el piloto olvidado, con el pasar de los años las cosas han cambiado, ya que de tanto mencionarsele, su nombre ahora ya figura en los anales de muchos entusiastas y fanáticos de la Fórmula 1, y es que es imposible apartar su figura de Imola '94, y de paso, gracias a su lamentable muerte, el equipo Simtek y en especial el S941 han pasado a ser también muy conocidos, lo cual resulta irónico para un equipo que solo competiría un año más en la Fórmula 1 y luego desaparecía, probablemente si Ratzenberger no hubiera muerto, quiso hubiera aguantado al menos toda la temporada, pero su nombre y el de Simtek si que estuvieran olvidados como muchos equipos y pilotos que han pasado por la categoría, sino, quien se recuerda de Pacific, Footwork o Larousse que también estuvieron esa temporada, así que al final de cuentas, su muerte permitió perpetuar el nombre de Simtek, ese bonito monoplaza purpura con logo de MTV en la tapa del motor.
Pero no solo eso fue el legado de Ratzenberg, sin duda su muerte ayudaría a cambiar las reglas de seguridad en la categoría, empezando con las barreras de seguridad, ahora son más suaves y se usan en algunos casos gomas para evitar golpes fuertes como el del S941, se reformó la GPDA (Grand Prix Drivers Association) se mejoró la cabina del monoplaza y apareció el collarin HANS entre otras novedades cuyo origen se puede rastrear a ese 30 de abril de 1994, cuando Ratzenberger perdía la vida, un piloto pequeño pero que dejó todo desde sus ahorros hasta su vida en la pista y que hoy 25 años después le recordamos con mucho apreció.
No hay comentarios:
Publicar un comentario