El legendario James Hunt nos dejaba un día como hoy hace 30 años, dejando tras de sí, una estela de rebelde talentoso e indomable, campeón del mundo en 1976 con McLaren, y figura emblemática de una de las eras más liberales y por ende peligrosas en la Fórmula 1.
De la mano de la pintoresca escudería Hesketh, Hunt ganaría su primera carrera en los Países Bajos en Zandvoort en 1975 en una intensa batalla con otro monstruo como lo era Niki Lauda. De un espíritu libre, Hunt dejaría abruptamente la categoría cuando tenía todavía mucho que dar en 1979 tras una desastrosa carrera en Mónaco, un piloto fuerte en la pista, un latin lover con un inssaciable apetito sexual fuera de las pistas.
Fue precisamente un 15 de Junio de 1993, cuando el ex-campeón de la Fórmula 1 en 1976 fallecía repentinamente de una ataque al corazón en su hogar en Wimbledon, Londres, el día después que le había pedido a su última novia, Helen Dyson, una joven mesera en un restaurante cerca de su hogar, sin embargo la memoria colectiva de un piloto que dejó su marca en la categoría todavía vive, gracias a filmes como "Rush" en donde se retrató el duelo contra Lauda en esa caótica temporada de 1976.
Tras su muerte en 1993, nació la leyenda, se dice que Hunt habia guardado fondos en su testamento para todos sus amigos cercanos para que disfrutaran de una última pomposa fiesta en su honor, incluso dejó instrucciones especificas para asegurarse que todos vistieran casuales y tuvieran un gran momento.
Y es que así era el gran James.
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