martes, 10 de abril de 2018

El Aniversario: Se Cumplen 50 Años De La Muerte De Jim Clark

Hace 50 años fallecía tragicamente el legendario piloto escocés Jim Clark, el doble campeón de la Fórmula 1 perdía la vida mientras competía en una carrera de Fórmula 2 que tuvo lugar en el famoso infierno verde de Hockenheim, y cuya muerte aún guarda muchas incógnitas y misterios que van desde un frágil diseño del monoplaza hasta un silencio corporativo entre Lotus y Firestone. Sin duda uno de los mejores y geniales pilotos de su generación cuya muerte trunco muchos de los posibles records, victorias y hasta campeonatos que hubiera podido haber ganado de haber seguido vivo, de esos pocos pilotos cuya muerte prematura terminó acrecentando su legado para convertirlos en leyenda definitiva. 

Clark comenzó compitiendo en Le Mans para luego pasar a la F1 de la mano de John Whitmore, para inicios de los 60's comenzó a pilotear para Lotus logrando su primer podio en su 5ta., carrera. Irónicamente estuvo envuelto uno de los accidentes de la categoría más serios en donde el piloto de Ferrari, Wolfgang Von Trips falleció cuando fue golpeado por el Lotus de Clark, este salio impulsado por los aires y terminó estrellándose contra las barreras de contención matando 15 espectadores y al propio von Trips. Tras reponerse, Clark llegó a ganar 7 de 10 carreras que le dieron su primer título en 1963 dándole a Lotus su primer título de constructores, para que se tengan una idea de lo increíble que fue en su momento esto, comparen la cantidad de carreras ganadas por Senna en 1988 que fueron 8 de 16 carreras, o las 13 victorias de 17 carreras de Schumacher en el 2004, demostrando que el hito de Clark permanece mucho más alto hasta la fecha.

Clark también ganó las 500 de Indianapolis, tras un 2do., puesto en 1964, fue al año siguiente que consiguió la victoria, precisamente ese mismo año ganó también su 2do., título gracias a las 6 victorias en carrera, permaneciendo como el único piloto hasta la fecha en ganar un campeonato de F1 y de Indianapolis el mismo año. A pesar que más de 100 pilotos murieron entre 1958 y 1968, la muerte de Clark fue el catalizador para el cambio en las medidas de seguridad en la Fórmula 1, cambios que ya el gran Sir Jackie Stewart venía impulsando, dando como resultado las guarda rieles, trampas de grava y áreas para reducir la velocidad fueron impulsados.

Pero volviendo a esa trágica fecha del 7 de Abril de 1968, Clark había ganado más carreras que nadie hasta ese entonces, un total de 25 manteniéndose así hasta 1973 cuando Stewart tomaría el relevo, mientras que sus 7 victorias en una sola temporada sería superadas hasta 1988 de la mano de Senna otro monstruo de la velocidad que moriría en circunstancias igual de trágicas y misteriosas. Esa trágica fecha de hace 50 años, Clark se disponía a competir en la Fórmula 2, originalmente iba a competir en la BOAC 1000km en Brands Hatch, pero decidió competir en el Deustchland Trophäe de la F2 para Lotus, primeramente debido a obligaciones contractuales con Firestone, a pesar de ser una carrera de menor grado, ese día habían otros grandes como Jean-Pierre Beltoise, Henri Pescarolo, Clay Regazzoni, Derek Bell o Piers Courage entre otros, en el equipo de Lotus patrocinado por Gold Leaf estaban Graham Hill junto a Clark y un joven Max Mosley que venía de la Clubman series.

La carrera se desarrollaría en dos etapas, y fue precisamente en la primera etapa a la altura de la 5ta., vuelta cuando el Lotus No. 48 de Clark se despista a una velocidad de 140mph para estrellarse con los arboles, impactando fuertemente en la humanidad de Clark causándole fractura de cuello y de cráneo, agonizando en la soledad de los viejos arboles como último deseo para un hombre que detestaba los flashes y las intromisiones de los reporteros gracias a un bien merecida fama; Clark murió antes de llegar al hospital. 

Las causas del accidente nunca fueron del todo esclarecidas, aunque los investigadores concluyeron que todo se debió a una goma trasera que venía desinflándose, obviamente las mentes corporativas no querían dar su brazo a torcer buscando culpar a Clark de un manejo descuidado, pero sus colegas lo consideraban como uno de los pilotos más seguros y naturales de la pista, por lo que expresaron su duda que un error suyo hubiera causado el accidente. Hasta la fecha se siguen especulando con los hechos, si fue una falla en la varilla direccional, si fue alguna pieza la que se desprendió, hasta llegar al error del piloto, varias preguntas y dudas a la vez, que ni siquiera el comisario que estaba cerca pudo describirlo por el estado de shock en que se encontraba, si tan solo los arboles pudieran hablar y contarnos lo que sucedió al detalle esa trágica tarde abril de hace 50 años. 

Las consecuencias fueron fuerte para Lotus, equipo que estuvo bajo fuerte investigación y de paso afecto el estado de animo de Colin Chapman quien consideraba a Clark como su propio hijo, el campeonato de 1968 siguió adelante y fue ganado por Graham Hill, pero ya el vacío estaba consumado. Las especulaciones siguieron aumentando y se sospechaba de Firestone pero era poco lo que se podía hacer al respecto. En un artículo publicado por Maurice Hamilton en su blog el 7 de Abril del 2014 acerca del misterio de la muerte de Clark, en donde comentaba acerca de una carta dada a conocer por Paul-Henri Cahier en su muro de Facebook, el fotógrafo hijo de Bernard su legendario padre, fue una figura bien conectada en el deporte del motor entre 1952 hasta finales de los 90's, uno de sus roles fue el de ser asesor de Goodyear en la época en que la compañia era el equivalente de lo que hoy es Pirelli en la Fórmula 1, llamando la atención de su hijo en una carta acerca de un artículo publicado en la revista "On Track" el 23 de Mayo de 1993, la cual decía: 

Fred Gamble, Director Internacional de Carreras para Goodyear en los 60's comentó en su artículo "Time For The Truth" que las circunstancias sobre la muerte de Clark habían permanecido bajo la sombra durante mucho tiempo y que era hora de revelar la verdad. El fue uno de los privilegiados de aquella era de Clark y hasta de ser su amigo, quedó devastado como cualquier otro el día de su muerte, su monoplaza tenía una falla en la suspensión trasera, tristemente uno de los fallos más frecuentes y conocidos en los brillantes pero frágiles monoplazas Lotus de aquel entonces.

Aquella época era el primer director de para las carreras internacionales de Goodyear, y justo en  el que Firestone fue contratado por Lotus, se comentaba sobre una falla en la goma tras el accidente, los ingenieros de Firestone me mostraron la goma del monoplaza de Clark, no estaba desinflada o con fallas, pero se miraban unos surcos en los lados que se daban como resultado de una falla en la suspensión, por lo que no había manera que pudiera controlar el monoplaza.  

Era entendible que Firestone no quería culpar a Lotus por el falló gracias a su relación corporativa con el equipo y Colin Chapman, pienso también en aquellos que sabían eso al respecto pero prefirieron callarse por respeto al talento diseñador de Chapman, además estoy seguro que el mismo lo sabía también pero de haerlo hecho público, hubiera sido condenado por la falla en su frágil diseño y eventualmente desterrado, lo cual hubiera sido demasiado peso para soportar de parte de Chapman.

Hoy en día algo así no se podría ocultar y más si se tratará de la envergadura de un piloto como Clark, o que bien podría ser en la actualidad Hamilton o Vettel, aunque sigue siendo un misterio que los arboles y el propio Chapman se llevaron para siempre, tendríamos que resucitar a Clark para que nos contará los detalles previos a su accidente. Hoy pues no nos queda más que recordar el trágico evento y mantener vivo el legado que un grande como Clark dejó hace 50 años.

Foto: Motorsport.

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